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sábado, 4 de julio de 2020

Cómo reducir el consumo de tu coche

Reducir el consumo de tu coche en un 15 % depende, principalmente, de ti. Si sigues estos consejos, notarás la mejora desde el primer repostaje.

No cargues el coche demasiado
Cuanto más peso lleve extra el coche, mayor será su consumo

Reduce al mínimo el peso que transportas. Además, en la medida de lo posible, evita montar bacas, cofres, remolques o cualquier otro elemento que incremente la resistencia aerodinámica.

¿Por qué reduce el consumo?

Como la potencia necesaria para acelerar es proporcional al peso del coche, cuanto más peso transportes, mayor será el consumo durante las fases de aceleración. Además, a una velocidad de 120 km/h, el 60% de la energía que produce el motor se emplea en vencer la resistencia aerodinámica.
Si no lo haces... Cada 100 kilos extra de equipaje o pasajeros puede incrementar el consumo medio hasta en 1 litro. Un cofre aumenta el gasto de combustible un 5%; mientras que un par de bicis sobre el techo, hasta un 25%.

Circula en la marcha más larga posible
Hazlo siempre que no necesitas una gran aceleración

Emplea la relación que te sugiera el indicador de marcha recomendada de tu coche. Si no dispone de uno, procura insertar segunda velocidad inmediatamente tras iniciar la marcha, tercera a 30 km/h, cuarta a 40 km/h y quinta a 50 km/h.

¿Por qué reduce el consumo?

Cuanto más larga es la marcha, más despacio gira el motor y más eficiente es su funcionamiento. Esto ocurre porque funciona entregando un par más próximo al máximo par disponible a ese régimen; además, la energía consumida en vencer fricciones internas es menor.
Si no lo haces... A 50 km/h, y comparado con circular en quinta velocidad, un coche gasta un 5% más en cuarta, y un 15% más en tercera. En los vehículos con indicador de marcha, debes tener en cuenta que la recomendada no siempre es la correcta: por ejemplo, a la hora de realizar un adelantamiento, o antes de afrontar una pendiente pronunciada, tendrás que bajar de marcha.

Procura no frenar en exceso
A veces basta con dejar de acelerar

Utiliza el freno lo menos posible. En su lugar, deja que la resistencia al avance reduzca tu velocidad paulatinamente. Mira siempre lo más lejos posible para anticipar las detenciones de los demás coches y aumenta la distancia de seguridad. Si es posible, evita detenerte por completo.

¿Por qué reduce el consumo?

Los frenos son un sistema que coge la energía cinética del vehículo y la convierte en calor. Por lo tanto, cada vez que tocas el freno, estás desperdiciando combustible. En lugar de pisar el freno, detente simplemente dejando de acelerar. Y cuando tengas que pisar el freno, alarga la frenada todo lo posible para dar tiempo a que, por ejemplo, el semáforo se abra y evitar detenerte. Mientras circulas sin pisar el acelerador, tu consumo medio es de, exactamente, 0 litros por cada 100 km.
Si no lo haces... La energía que se desperdicia en forma de calor en los frenos al parar un coche de 1.400 kg que se mueve a 100 km/h, equivale aproximadamente al calor que desprende la combustión de 10 ml de gasolina -la que cabe en una jeringuilla mediana-.

Ojo a la presión de los neumáticos
Revisa la presión por consumo y, sobre todo, seguridad

Debes mantenerlos correctamente hinchados. Si la marca sugiere una presión de inflado ecológica, ajusta esa presión. Cuando toque sustituir los neumáticos, decántate por unos con baja resistencia a la rodadura.

¿Por qué reduce el consumo?

Al girar, el neumático sufre una deformación cíclica que dificulta su rodadura y lo calienta. La presión del aire que contiene es lo que permite al neumático soportar el peso del coche, así que si la presión es insuficiente, la deformación aumenta considerablemente y, con ella, la resistencia a rodadura y el consumo.
Si no lo haces... Circular con una presión un 25% inferior a la recomendada repercute en un incremento de un 10% de la resistencia a rodadura, que se traduce en un aumento del consumo de combustible de entre el 2% y el 3%. Además, la presión insuficiente incrementa el desgaste del neumático, hace que sea más vulnerable frente al aquaplaning -pérdida de adherencia al pasar sobre un charco profundo- y aumenta el riesgo de reventón.

Mantén una velocidad constante
Usa el control de velocidad si es posible

Para lograrlo, anticípate a las circunstancias del tráfico. Es muy útil aumentar la distancia de seguridad, pues eso te permite acomodar tu velocidad a la de los vehículos que te preceden con mucha suavidad. Hazlo, sobre todo, cuando se produzcan paradas intermitentes. Cuando ruedes sin nadie delante, utiliza el control de crucero.

¿Por qué reduce el consumo?

Cuando más consume un motor es cuando se acelera. Si aceleramos para frenar o decelerar poco después, estaremos despilfarrando carburante. Además, al mantener tu velocidad constante, contribuyes a que el tráfico fluya más suavemente, incrementando la capacidad de la vía.
Si no lo haces... Conducir pegado al coche que llevas delante o 'bombeando' el acelerador, puede aumentar el consumo medio en más de medio litro... sin mejorar en absoluto tu velocidad media.

Acelera con suavidad
Evita pisar el acelerador más de un 50% de su recorrido

Inicia la marcha acelerando con suavidad y gana velocidad lentamente, a un ritmo de unos 10 km/h cada 3 segundos o más.

¿Por qué reduce el consumo?

El pico de consumo de un coche se produce durante las fases de aceleración, sobre todo al arrancar desde parado. En ese momento, se suelen superar los 20 litros/100 km. Por eso, debes tratar el acelerador con suavidad. A veces, se pone como ejemplo que se debe de acelerar como si entre el pedal y tu pie hubiera un almohadón que no quisieras aplastar o un huevo fresco.
También es importante acelerar con suavidad a la hora de recuperar velocidad circulando en autopista... y adaptarse al perfil de la carretera a la hora de acelerar, aprovechando las pendientes descendentes para ganar velocidad y evitando acelerar mientras se circula cuesta arriba.
Si no lo haces... El consumo de carburante puede aumentar tranquilamente en más de un 30%.

Planifica y ajusta tu velocidad
En un repostaje, perderás lo que hayas ganado

Elige una velocidad media ligeramente inferior a la máxima de la vía, y trata de mantenerla. Planifícate bien para no perder el tiempo con paradas y desperdiciar combustible por las prisas.

¿Por qué reduce el consumo?

Debido a la presencia de otros coches, mantener velocidades similares a la máxima de la vía -no digamos ya, superiores- es prácticamente imposible. Como resultado, un turismo no viaja mucho más rápido que un vehículo pesado.
Si no lo haces... En un viaje de 200 kilómetros, basta con detenerse a repostar durante 20 minutos para que se iguale la velocidad media con la de cualquier autobús o camión. Sin embargo, a 120 km/h el consumo es alrededor de un 20% más alto que a 100 km/h. Dicho de otro modo, repostando antes de salir de casa es posible cubrir la misma distancia, en el mismo tiempo, gastando un 20% menos.

No descuides el mantenimiento
Sigue el plan indicado por el fabricante a rajatabla

Tener el motor en perfecto estado es fundamental para que consuma lo mínimo posible. Por eso, sustituye el filtro de aire y el de carburante cuando lo indique el fabricante, así como el aceite y su filtro. Si es un motor de gasolina, haz lo propio también con las bujías. Además, es recomendable realizar una limpieza del sistema de inyección de vez en cuando para evitar futuras averías -un bote de aditivo para echarlo en el depósito ronda los 30 euros; interesa utilizarlo cada 50.000-60.000 km-.

¿Por qué reduce el consumo?

En realidad, más que reducir el consumo, evita que se dispare. Cualquier elemento que influya en la entrada de aire o carburante en el motor, o en el propio funcionamiento del mismo, hará que el motor tenga que hacer más esfuerzo para lograr un mismo rendimiento... y el consumo aumentará proporcionalmente.
Si no lo haces... Si el motor no está al día de mantenimiento, es posible que el consumo de combustible aumente entre un 5% y un 25%. Pero, además, también crecen las posibilidades de sufrir una avería. (Fuente: Autofácil)
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