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sábado, 11 de enero de 2025

No perdonar una infidelidad


Perdonar a una mujer infiel es lo último que un hombre debería hacer. Es mejor masticar y beber el trago amargo que aceptar de vuelta a alguien que te traicionó de manera tan deliberada.  

Nunca culpes al hombre con quien lo hizo. Él no tiene ningún compromiso contigo, pero ella sí. Fue consensuado, planeado y ejecutado por ella, con plena conciencia de que tú existías, pero sin importarle las consecuencias de sus acciones.

Ella sabía desde el principio hacia dónde se dirigía todo. Cada señal, cada momento que podía haber detenido, lo ignoró porque también lo quería. Eligió conscientemente traicionarte.

Ahora que finalmente lo descubriste, ¿estás pensando en perdonarla?

Hermano, si lo haces, estás acabado. Ella cruzó la línea de lo imperdonable. Si una mujer está dispuesta a traicionar tu confianza de esa manera, ¿Cómo puedes construir algo sólido con ella?  

La vida es dura, pero no tienes por qué endurecerla más cargando con alguien que no respeta tu tiempo, tu amor o tu dignidad. Perdona si lo necesitas, pero solo para liberarte a ti mismo del rencor. No la perdones para mantenerla en tu vida. Aprende la lección, sigue adelante y construye una vida donde el respeto y la lealtad sean inquebrantables.
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